Pasamos nuestra vida escuchando y viendo numerosas referencias al juego del poker. Algunas expresiones de este juego se han introducido incluso en el habla cotidiana. Seguro que más de una vez habrás oído las expresiones "marcarse un farol", "poner cara de poker" o "hacer que muestre sus cartas" en boca de personas que no juegan al poker.
A menudo, la gente no tiene ni idea de que está haciendo referencia a uno de los juegos de cartas más populares de todos los tiempos.
Sin embargo, para muchos el poker es simplemente un juego de cartas y fichas, y hasta ahí llega su conocimiento de este juego. Quizá estás aquí porque quieres entrar más a fondo en este tema y no quedarte en lo superficial.
Así que, ¿cómo es realmente una partida de poker y cómo se juega?
Variaciones del poker
Hay muchas versiones o "variantes" distintas del juego de poker. Históricamente, las variantes más populares han sido los "draw games" y los "stud games".
Cualquier mano de poker que veas en una película anterior al año 2000, estará en uno de estos dos formatos.
Sin embargo, un nuevo fenómeno se ha impuesto en los últimos tiempos. Se trata del “No Limit Hold’em”. La mayoría de los juegos de poker a los que se hace referencia o que aparecen en los medios actuales pertenecen a la variante "No Limit Hold’em".
Cada tipo de juego tiene unas normas algo distintas, pero el principio es el mismo en todos ellos: ¡hacerte con todas las fichas de tus oponentes!
El objetivo
Lo primero que tenemos que saber a la hora de enfrentarnos a un nuevo juego es el objetivo. Quizá ya te hayas dado cuenta de que los jugadores de poker comienzan la partida con una cierta cantidad de fichas (pequeños discos de plástico que representan un valor monetario). Estas fichas se utilizan para realizar apuestas que normalmente dependen de lo fuertes que sean las cartas de un jugador.
La idea es conseguir el máximo número posible de fichas de tu oponente. Esto se hace a través de dos formatos principales: juegos en efectivo y torneos.
En un "juego en efectivo", los jugadores pueden sentarse y participar en una mesa y entrar y salir a su antojo. Si un jugador se queda sin fichas, puede "recomprar" y obtener fichas adicionales a cambio de dinero (a menos que se trate de la modalidad "Jugar en prácticas"). Al final del juego, los jugadores pueden canjear sus fichas por el valor equivalente en efectivo.
En un "torneo", el juego continúa hasta que solo queda un jugador con todas las fichas. Si a un jugador se le acaban las fichas, normalmente no podrá realizar una recompra y quedará fuera del torneo. El objetivo es convertirse en el último jugador en pie. Habitualmente, los premios se conceden a los jugadores según la posición en la cual quedan en el torneo.
La estrategia
Existen ciertos elementos estratégicos que la mayoría de nuevas variantes de poker tienen en común. En la mayoría de los casos, hay dos maneras de ganar fichas.
La primera es conseguir cartas muy fuertes y hacer una buena "mano". Una vez que tenemos una mano muy fuerte, podemos comenzar a realizar apuestas. Con un poco de suerte, nuestros oponentes aceptarán o "igualarán" estas apuestas con una mano inferior a la nuestra. Cuando giremos las cartas, ganaremos todas las fichas que se han apostado.
Sin embargo, hay una segunda manera de obtener fichas. Y es lo que hace que el poker sea tan emocionante. Es posible que no tengamos una mano fuerte, pero podemos fingir que la tenemos marcándonos "faroles". Podemos realizar una apuesta grande para fingir que tenemos una mano muy fuerte. Nuestro oponente no tiene la obligación de "igualar" nuestra apuesta si cree que ha perdido.
Puede renunciar al pozo y "retirarse". La buena noticia para él es que no perderá fichas adicionales, pero lo malo es que deberá sacrificar todo lo que haya apostado hasta ese momento.
Cada vez que un jugador realiza una apuesta, coloca la apuesta en el centro de la mesa. El montón de fichas que hay en el centro se conoce como "pozo". Si conseguimos que todos nuestros oponentes se retiren, no tendremos que mostrar nuestra mano y ganaremos todo lo que haya en el pozo.
La psicología
Uno de los motivos por los que a los jugadores les encanta el poker es el aspecto psicológico del juego. Descifrar si nuestros oponentes están marcándose o no un farol puede ser emocionante. Conseguir marcarse un farol con éxito y hacer que nuestros oponentes se retiren cuando no tenemos nada también es una sensación increíble.
A menudo se dice que el poker es un juego de personas, no de cartas. Evidentemente necesitamos las cartas para jugar, pero a menudo la mejor decisión en cualquier momento se basa en con quién estamos jugando.
¿Nuestros oponentes son de los que nos creen cuando realizamos grandes apuestas?
¿Les gusta arriesgar o tienen aversión al riesgo?
¿Cuál es la probabilidad de que nos intenten marcar un farol?
En muchos de los juegos se pueden entrever "reacciones" o señales que indican el tipo de mano que tienen nuestros oponentes. Es posible que tus oponentes se muestren inquietos o nerviosos. O quizá hagan exactamente lo contrario y se muestren demasiado despreocupados. Es posible que coloquen sus fichas en el pozo enérgicamente o que las deslicen de una manera suave y tranquila. Todos estos indicadores visibles pueden ayudarnos a entender qué tipo de mano podrían tener nuestros oponentes.
¿Por qué jugar al poker?
Muchas personas creen equivocadamente que el poker es un juego de azar parecido a otros juegos de casino como el blackjack y la ruleta. Pero, a diferencia de los juegos de casino normales, el poker es un juego de habilidad. Los mejores jugadores son los que a la larga ganarán.
Es cierto que el resultado de cualquier mano individual de poker puede depender algo más del azar que de las habilidades del jugador, pero a largo plazo el azar quedará compensado. Los jugadores que tomen las mejores decisiones en las mesas ganarán sistemáticamente la mayor cantidad de dinero durante el transcurso de muchas manos.
Como tal, el poker puede suponer un desafío intelectual más que una simple forma de entretenimiento. Este juego se inspira en las disciplinas siguientes:
- Estadística y probabilidad
- Teoría de juegos
- Psicología
También nos enseña habilidades útiles en relación con nuestro estado mental, además de disciplina y organización. En otras palabras, aprender a jugar al poker puede enseñarnos mucho sobre cómo gestionar otras áreas de nuestra vida. Por supuesto, jugar también puede suponer una gran recompensa a nivel financiero. Debido a que se trata de un juego de habilidad, muchos jugadores deciden convertir el poker en su profesión y dedicarse a ello a tiempo completo.
Incluso aunque nunca nos decidamos a jugar a nivel profesional, puede ser una excelente manera de relajarnos y divertirnos con nuestros amigos.
¡Buena suerte y nos vemos en las mesas!